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sábado, 15 de octubre de 2011

ENSEÑAR A PESCAR

El artículo hace referencia a la necesidad de desarrollo integral de la persona a partir de los 4 saberes contemporáneos, los pilares de la educación.

Nos hace reflexionar sobre la importancia que tiene la información que les ofrecemos a los niños para que estos aprendan a distinguir entre las diversas fuentes y a ser críticos con ellas, para el desarrollo de su personalidad en todas sus facetas en el medio que les rodea, porque, tal y como señala, vivimos en la denominada sociedad de la información y tenemos que diferenciar lo real de lo ficticio. Para esta educación de calidad es condición indispensable que el profesor esté en formación continua, para avanzar en el saber es necesario el trabajo interdisciplinar, estar a la vanguardia de la ciencia y fomentar la creatividad. Dando lugar a unos contenidos más adaptados a su realidad, en un aprendizaje que debe ser, ante todo, significativo.

Los 4 pilares lo identificamos en los distintos bloques de contenidos educativos: el pilar de aprender a conocer correspondería a los contenidos conceptuales, a través de los cuales hay que enseñar a manejar y gestionar la información (entendiéndose por información no sólo la recibida por la red, sino las que el maestro transmite); el pilar de aprender a hacer se identifica con los contenidos procedimentales, aplicando contenidos teóricos a prácticas cotidianas; los dos últimos, aprender a vivir juntos y aprender a ser corresponderían a los contenidos actitudinales, llegando a realizar proyectos y objetivos comunes y que el ser de la persona lleve al hacer.

Las repercusiones del presente informe son bien conocidas y constituyen la base sobre la que se configuran e interpretan las actuales competencias básicas recogidas en la legislación educativa.

Pensamos, que los padres tienen que diferenciar entre el amor que les profesan a sus hijos, y la demanda de deseos que estos necesitan incorporar en su proceso de crecimiento, no solo físico, sino como persona. Si no establece una frontera entre ambas demandas, el niño termina confundiéndose, y el vacío de la falta de conocimiento por el deseo, el niño lo suple con el amor filial, de manera que, cuando los padres se anticipan a las demandas, y sobresaturan al niño, están distorsionando su demanda y su deseo. Como bien enseñaba el filósofo Lao Tsé "dar pescado a un hambriento" es alimentarlo por un día, por el contrario, "enseñarle a pescar" es brindarle la posibilidad de alimentarse durante el resto de su vida.



ANA FÁTIMA BECERRA MENA

SANDRA GONZÁLEZ CALVO

CELIA PALOMO MARÍN

ANTONIO J. REYES GONZÁLEZ

Mª CONCEPCIÓN VÁZQUEZ LASTRE

ANA MARIA VILLALBA PINO

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